domingo, 30 de enero de 2011

SAN JUAN BOSCO

 

 

Los primeros años y finalmente sacerdocio

Juan Bosco nació en Castelnuovo d'Asti el 16 de agosto de 1815 en una familia de campesinos. Su padre, Francisco Bosco, murió cuando Juan tenía solamente dos años, y Margarita Occhiena se quedó sola criando a Antonio, José y Juan. Con una dulce firmeza y una fe infinita, Margarita, sabia educadora como lo era, convirtió su familia en una iglesia doméstica.

Desde niño, Juan empezó a sentir el deseo de ser sacerdote. Contó que a los nueve años había tenido un sueño que le reveló su misión: Una mujer resplandeciente como el sol le dijo “Hazte humilde, fuerte y robusto y lo que tú ves que les sucede a estos lobos que se convierten en corderos, tú lo harás por mis niños. Yo seré tu maestra. Con el tiempo tú comprenderás todo”. Siendo todavía un muchacho, Juan empezó juegos de destreza para sus amigos, aprendidos con gran esfuerzo y alternaba esto con su trabajo y su oración.

El anciano Padre Calosso lo inició en los estudios para el sacerdocio, estudios que le costaron esfuerzo, a tal punto que tuvo que dejar su hogar por la oposición de su hermano Antonio, quien quería que Juan trabajara en el campo.

Como seminarista en Chieri, tuvo la idea de la Sociedad de la alegria que reunía a jovenes de la ciudad. En junio de 1841 fue ordenado sacerdote. Su director espiritual, Padre Cafasso, le aconsejó que completara sus estudios en el Instituto Eclesiástico. Mientras tanto, Don Bosco reunió a los primeros chicos alrededor suyo y organizó un oratorio festivo, inicialmente itinerante, pero luego establé en Valdocco. Margarita, ya anciana, aceptó ir a Turín a ayudarlo, convirtiéndose en “Mamá Margarita” para los chicos.

Sistema preventivo

Don Bosco empezó por dar alojamiento a chicos sin hogar. Les enseñó un trabajo y a amar al Señor; cantaba, jugaba y rezaba con ellos. De los primeros chicos se originaron los primeros colaboradores. Se desarrolló así el famoso Sistema Preventivo. “Estad con los muchachos, prevenid el pecado por medio de la razón, la religión y el amor lleno de cariño. Convertíos en santos educadores de santos. Nuestros chicos deben darse cuenta que son amados”. Los primeros colaboradores, con el tiempo y también gracias a la ayuda del Papa Pió IX, se convirtieron en una Congregación dedicada a la salvación de los jóvenes, luchando contra todas las formas de pobreza y tomando como propio el lema: “Dadme almas, quitadme todo lo demás”.

El joven Domingo Savio es el primer fruto del Sistema Preventivo. María Auxiliadora, que siempre apoyó a Don Bosco en su obra, le obtuvo numerosísimas gracias, algunas hasta extraordinarias, así como también los fondos necesarios para sus empresas. Ella lo ayudó también a construir la Basílica que lleva su nombre.

Las Hijas de Maria Auxiliadora y Salesianos Cooperadores

Con la ayuda de santa María Dominga Mazzarello, él fundó el Instituto de Hijas de María Auxiliadora. Juntos con sus bienhechores y con laicos comprometidos, les dio vida a los Cooperadores Salesianos.
A los 72 años, el 31 de enero de 1888, Don Bosco murió, exhausto por el trabajo. Hoy los Salesianos se hallan en todo el mundo. Pio IX que lo había conocido lo beatificó en 1929 y lo canonizó il 1° de abril de 1934.

En el centenario de su muerte, el Papa Juan Pablo II lo declaró “Padre y Maestro de la Juventud”.

domingo, 23 de enero de 2011

SAN FRANCISCO DE SALES

Apareció por primera vez en la Circular de Don Bosco del 8 de diciembre de 1885, diseñado por el Profesor Boidi.

“La estrella radiante, el áncora grande, el corazón en llamas simbolizan las virtudes teologales; la figura de San Francisco de Sales recuerda al Patrón de la Sociedad; el bosquecillo, en la parte inferior, hace referencia al Fundador; las montañas altas significan las cimas de la perfección a la cual deben aspirar los Socios; la palma y el laurel que, entrelazados al pie, abrazan el escudo hasta su mitad, son emblemas del premio reservado a una vida de sacrificio y de virtud. El lema Da mihi animas,caetera tolle, expresa el ideal de todo salesiano”.

San Francisco de Sales,

celoso pastor y maestro de caridad, inspiró a Don Bosco con su humanismo optimista y su dedicación absoluta a la cura pastoral de las almas. En 1854 declaró: “La Virgen quiere que creemos una Sociedad. He decidido que nos llamemos Salesianos. Pongámonos bajo la protección de San Francisco de Sales, a fin de participar de su inmensa amabilidad”. En 1854 Don Bosco dio el nombre de “Sociedad de San Francisco de Sales” a la primera pandilla (grupo) de 17 jóvenes que deseaban seguir sus pasos trabajando por la juventud.

viernes, 21 de enero de 2011

Beata Laura Vicuña Pino

Sus amores: Jesús Sacramentado y María Auxiliadora. Es criada en la espiritualidad Salesiana.

Muy devota de Santo Domingo Savio, a quien se parece en su amor puro a Jesús y a la Virgen. Murió joven como el.

Nació en Santiago, Chile, el 5 de abril de 1891. Su padre, Don José Domingo Vicuña, pertenecía a una familia de la aristocracia criolla chilena, de gran influencia política y alto nivel social. Su madre, Doña Mercedes del Pino, era de una familia humilde. Esta diferencia causa tensión familiar desde el principio.

Hay revolución en Chile, la familia está con el gobierno y debe huir de la capital y refugiarse a 500 km. Pronto su padre muere y queda su madre con dos niñas, Laura (con dos años) y Julia, en la indigencia. Emigran a la Argentina. El viaje es muy difícil y Doña Mercedes no tiene donde estar. Se junta en unión libre con Manuel Mora. En 1900 Laura es internada en el colegio de las Hermanas Salesianas de María Auxiliadora en el colegio de Junín de los Andes. Pronto destaca por su devoción. Sueña con ser religiosa.

Cuando escucha de una maestra que a Dios le disgustan mucho los que conviven sin casarse, la niña cae desmayada de espanto. En la próxima clase, cuando la maestra habla otra vez de unión libre, la niña empieza a palidecer. Laurita, a su tierna edad, se duele muchísimo cuando Dios es ofendido. Ahora comprende la situación en que está su madre. Lejos de resentirse contra ella, decide entregar su vida a Dios por su salvación.

Laura comunica el plan al confesor, el Padre Crestanello, salesiano. El le dice: "Mira que eso es muy serio. Dios puede aceptarte tu propuesta y te puede llegar la muerte muy pronto". Ella está resuelta en su ofrenda. Recibe la comunión a los diez años. Ese día se ofrece a Dios y es admitida como "Hija de María".


En casa, Mora trata de manchar la virtud de Laura pero ella se resiste, por lo que es echada de la casa, a dormir a la intemperie. Después de esto, Mora no quiere pagarle la escuela pero las hermanas la aceptan gratuitamente. Un día, cuando la niña vuelve a casa, Mora le da a Laura una paliza salvaje.

Hay una inundación en la escuela en pleno invierno. Laura pasa muchas horas con los pies en el agua helada, ayudando a salvar a las mas pequeñas. Cae enferma de los riñones con grandes dolores. La madre se la lleva a su casa pero no se recupera.

Laura le dice a su madre: "mamá, la muerte está cerca, yo misma se la he pedido a Jesús. Le he ofrecido mi vida por ti, para que regreses a El". Le pide que abandone a Mora y se convierta. Ella le promete cumplir su deseo. Sigue orando y ofreciendo sus sufrimientos intensos por su madre. "Señor: que yo sufra todo lo que a Ti te parezca bien, pero que mi madre se convierta y se salve".

Entra en agonía y dice: "Mamá, desde hace dos años ofrecí mi vida a Dios en sacrificio para obtener que tu no vivas más en unión libre. Que te separes de ese hombre y vivas santamente". Mamá: ¿antes de morir tendré la alegría de que te arrepientas, y le pidas perdón a Dios y empieces a vivir santamente?

"¡Ay hija mía! Exclama doña Mercedes llorando, ¿entonces yo soy la causa de tu enfermedad y de tu muerte? Pobre de mí ¡Oh Laurita, qué amor tan grande has tenido hacia mí! Te lo juro ahora mismo. Desde hoy ya nunca volveré a vivir con ese hombre. Dios es testigo de mi promesa. Estoy arrepentida. Desde hoy cambiará mi vida".

Laura manda llamar al Padre Confesor. "Padre, mi mamá promete solemnemente a Dios abandonar desde hoy mismo a aquel hombre". Madre e hija se abrazan llorando.

Desde aquel momento el rostro de Laura se torna sereno y alegre. Ha cumplido su misión en la tierra. Ha sido instrumento fiel de la Divina Misericordia. Ha triunfado el amor. Recibe la unción de los enfermos y el viático. Besa repetidamente el crucifijo. A su amiga que reza junto a ella le dice: ¡Que contenta se siente el alma a la hora de la muerte, cuando se ama a Jesucristo y a María Santísima! Lanza una última mirada a la imagen de la Virgen que está frente a su cama y exclama: "Gracias Jesús, gracias María", y muere dulcemente. Era el 22 de enero de 1904.

La madre tuvo que cambiarse de nombre y salir disfrazada de aquella región para verse libre del hombre que la perseguía. Y el resto de su vida llevó una vida santa.

Laura Vicuña ha hecho muchos milagros. Ver: lauravicuna.cl

El Papa Juan Pablo II la declaró Beata en 1988.

Sus restos están en el Colegio María Auxiliadora de Bahía Blanca Argentina.



ORACION

Señor Jesús: Tú que concediste a Laura Vicuña la gracia de ofrecer su vida por la salvación del alma de su propia madre, concédenos también a todos nosotros la gracia de obtener buenas obras, la conversión y salvación de muchos pecadores. Amén.





domingo, 16 de enero de 2011

Benedicto XVI: Los que amamos a Juan Pablo II estamos felices por beatificación

VATICANO, 16 Ene. 11 / 09:30 am (ACI)

El Papa Benedicto XVI aseguró hoy que cuantos como él conocieron, respetaron y amaron a su predecesor el venerable Papa Juan Pablo II solo pueden estar felices por la beatificación de este "guía en la fe, en la verdad y en la libertad".

Tras el rezo del Ángelus dominical ante un multitud de peregrinos reunida en la Plaza de San Pedro, el Pontífice explicó por qué escogió el 1 de mayo para la ceremonia de beatificación. 

"Será el segundo domingo de Pascua, que él mismo dedicó a la Divina Misericordia, y en cuya vigilia terminó su vida terrena. Cuantos lo han conocido, cuantos lo han respetado y amado no podrán menos que gozar con la Iglesia por este acontecimiento. ¡Estamos felices!", afirmó en su saludo a los peregrinos italianos.

Dirigiéndose a los "hermanos y hermanas polacos", explicó que la noticia de la beatificación "era muy esperada por todos y en particular por vosotros, para quienes mi venerable predecesor ha sido guía en la fe, en la verdad y en la libertad. Les deseo una profunda preparación espiritual a este acontecimiento y de corazón los bendigo a todos".

Inundaciones y cristianos perseguidos
Al introducir la oración mariana, el Papa Benedicto XVI pidió fuerza para las miles de personas que han abandonado sus casas por las devastadoras inundaciones en algunas zonas de Australia, Brasil, Filipinas y Sri Lanka.

"Que el Señor acoja a las almas de los difuntos, dé fuerza a los evacuados y apoye el trabajo de quienes están contribuyendo a aliviar el sufrimiento y las molestias", dijo el Papa.

También se refirió a la Jornada Mundial del Inmigrante y el Refugiado que se celebra este domingo, y recordó especialmente a los cristianos forzados a abandonar sus tierras por las guerras o persecuciones.

"La Iglesia ha vivido siempre dentro de sí la experiencia de la migración. Por desgracia, los cristianos se sienten obligados a dejar, con sufrimiento, su tierra, empobreciendo así los países en los que han vivido sus antepasados. Por otra parte, los desplazamientos voluntarios de los cristianos, por distintos motivos, son ocasión para incrementar el dinamismo misionero de la Palabra de Dios", afirmó.

El Pontífice pidió que la humanidad forme "una única familia, naturalmente con todas las diferencias que la enriquecen, pero sin barreras, reconociendo a todos como hermanos".

"Es fundamental que los cristianos, a pesar de que estén repartidos por todo el mundo, y por tanto, sean distintos por cultura y tradición, sean una sola cosa, como quiere el Señor", agregó al recordar que éste es el objetivo principal de la "Semana de Oración para la Unidad de los Cristianos" que se celebrará del 18 al 25 de enero.

sábado, 15 de enero de 2011

BEATO LUÍS VARIARA (1875-1923)


 
Primeros años marcados por Don Bosco

Luis Variara nació en Viarigi en la provincia de Asti el 15 de enero de 1875 en una familia profundamente cristiana. Su padre Pedro había escuchado a Don Bosco en 1856 cuando éste fue al pueblo a predicar una misión. Decidió llevar a Luis a Valdocco para continuar allí sus estudios. El Santo murió cuatro meses después. Pero lo que Luis aprendió de él fue suficiente para dejar en él una marca para toda la vida. Cuando finalizó sus estudios secundarios, solicitó ser Salesiano. Entró al noviciado el 17 de agosto de 1891..

El Salesiano

Variara hizo sus estudios de filosofía en Valsalice, donde conoció a Andrés Beltrami. Se quedó impresionado por la alegría con que Beltrami enfrentó los sufrimientos de su enfermedad. En 1894 el Padre Unia -el famoso misionero de los leprosos en Agua de Dios- fue a Valsalice a elegir un clérigo que pudiera encargarse de los jóvenes leprosos.

El misionero – Agua de Dios

Fijando su vista en Variara, entre los otros 188 que tenían la misma intención, él dijo: “Este es mío”. Luis llegó a Agua de Dios el 6 de agosto de 1894. La misión contaba con 2000 personas, de las cuales 800 eran leprosos.

Sacerdote entre leprosos

No bien llegó, se convirtió en la vida y alma de los que allí vivían, especialmente los niños. Organizó una banda, y alegró la vida de la gente con fiestas sorpresivas. En 1895, el Padre Unia murió y Luis quedó solo con el Padre Crippa. En 1898 fue ordenado sacerdote. Se convirtió en un excelente director espiritual.

El inicio de un Instituto Religioso

En 1905 terminó de construir el Jardín de Infantes “Padre Unia”, un lugar donde se podían albergar hasta 150 huérfanos y leprosos, y garantizarles que pudieran aprender algo con lo que ganarse la vida y ayudarlos en el futuro a insertarse en la sociedad. En Agua de Dios las Hermanas de la Providencia habían creado la Asociación de Hijas de María, un grupo de unas 200 niñas. Él era su confesor. Identificó a algunas en el grupo que estaban llamadas a la vida religiosa.

Hijas del Sagrado Corazón…

Así nació un valiente proyecto –algo único en la Iglesia- un Instituto al que se le permitiera aceptar el ingreso de aquéllos que tuvieran lepra. Inspirado por la espiritualidad del Padre Beltrami, desarrolló el carisma Salesiano de sacrificio y fundó la Congregación de “Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María”, que hoy cuenta con 600 mujeres religiosas.

Un hombre de obediencia total

Sufrió mucho en el momento de la fundación por la falta de comprensión de la gente y de algunos superiores quienes muchas veces pensaron que él debía ser removido de Agua de Dios. Como Don Bosco, fue un ejemplo de obediencia. Aún enfrentado a la calumnia no dijo nada. Era creíble porque era obediente. Don Rua lo animaba desde Turín.

Muerte – Lejos de Agua de Dios, pero cerca de Dios

Murió lejos de sus queridos leprosos, por imperio de la obediencia. Ahora descansa en Agua de Dios, en la capilla donde se encuentran las Hermanas. Juan Pablo II lo beatificó el 14 de abril de 2002.


Declarado Venerable el 2 de abril de 1993 y beatificado el 14 de abril de 2002 por Juan Pablo II

miércoles, 12 de enero de 2011

SISTEMA PREVENTIVO

Razón, Religión y Amor “Don Bosco realiza su santidad personal en la educación” (Juan Pablo II, Carta Juvenum Patris, 5).






De esta experiencia surge su praxis pastoral y su estilo pedagógico. Vida espiritual, compromiso apostólico, método educativo son tres aspectos de una única realidad: el amor, la caridad pastoral que unifica y mueve toda la existencia: ser en la Iglesia signos y portadores del amor de Dios a los jóvenes.


“Este sistema descansa por entero en la razón, en la religión y en el amor” (Don Bosco).


El Sistema Preventivo como Pedagogía El Sistema Preventivo es también una metodología pedagógica caracterizada por:

 
la voluntad de estar entre los jóvenes compartiendo su vida, mirando con simpatía su mundo, atentos a sus verdaderas exigencias y valores;
la acogida incondicionada, que se convierte en fuerza promocional y capacidad incansable de diálogo;

el criterio preventivo, que cree en la fuerza del bien que hay en todo joven, aún en el más necesitado, y trata de desarrollarla mediante experiencias positivas de bien;

la centralidad de la razón, que hace razonables las exigencias y las normas; que es flexibilidad y persuasión en las propuestas; de la religión, entendida como desarrollo del sentido de Dios innato en cada persona y esfuerzo de evangelización cristiana; del amor, que se expresa como un amor educativo que hace crecer y crea correspondencia;

un ambiente positivo tejido de relaciones personales, vivificado por la presencia amorosa y solidaria, animadora y promotora de actividades de los educadores y del protagonismo de los mismos jóvenes;

con un estilo de animación, que cree en los recursos positivos del joven.

El Sistema Preventivo como Pastoral

 
Esta propuesta original de evangelización juvenil parte del encuentro con los jóvenes donde éstos se encuentran, valorizando el patrimonio natural y sobrenatural que todo joven lleva consigo, en un ambiente educativo cargado de vida y rico en propuestas; se actúa a través de un itinerario educativo que privilegia a los últimos y a los más pobres; promueve el desarrollo de los recursos positivos que tienen y propone una forma particular de vida cristiana y de santidad juvenil.

Esteproyecto original de vida cristiana se organiza alrededor de algunas experiencias de fe, opciones de valores y actitudes evangélicas que constituyen la Espiritualidad Juvenil Salesiana (EJS).

El Sistema Preventivo como Espiritualidad

El Sistema Preventivo encuentra su fuente y su centro en la experiencia de la caridad de Dios, que previene a toda criatura con su Providencia, la acompaña con su presencia y la salva dando la vida.

Esta experiencia dispone al educador para acoger a Dios en los jóvenes, convencido de que en ellos Dios le ofrece la gracia del encuentro con Él y lo llama a servirle en ellos, reconociendo su dignidad, renovando la confianza en sus recursos de bien y educándolos para la plenitud de la vida.

Esta caridad pastoral crea una relación educativa a la medida del adolescente y del adolescente pobre, fruto de la convicción de que toda vida, aún la más pobre, compleja y precaria, tiene en sí misma, por la presencia misteriosa del Espíritu, la fuerza de la liberación y la semilla de la felicidad.

jueves, 6 de enero de 2011

Epifanía del Señor

Con los pastores pasó hace unos días un acontecimiento extraño que resultó bien. Cuidaban sus rebaños cumpliendo su rudo oficio cuando vieron una tan extraña como clara visión de ángeles que les decían cosas al principio incomprensibles y al poco rato comprobadas. Sí, allí, en un casuco, estaba el Niño del que se les habló, con su madre y un varón. Hicieron lo que pudieron en su tosquedad y carencia según mandaban las circunstancias. Como les habían asegurado que era la "Luz que iluminaba al pueblo que habitaba en sombras de muerte", de lo que tenían dieron para ayudar y para quedar bien con aquella familia que al parecer era más pobre que ellos. No les costó trabajo aceptar el milagro que era tan claro. Lo dijeron los ángeles, pues... tenían razón.

 
Vinieron unos Reyes. Fueron los últimos en llegar a ver a aquel Niño y si se entretienen un poco más..., pues ¡que no lo encuentran! Viajaron mucho por los caminos del mundo. Venían desde muy lejos. Pasaron miedo, frío y calor. Hasta estuvieron perdidos pero, preguntando e inquiriendo, sacaron fruto de su investigación. Aquello fue un consuelo porque tuvieron susto de haber perdido el tiempo y tener que regresar a los comienzos con el fracaso en sus reales frentes. Pero no, sabían que aquella estrella era capaz de llevarles adonde estaba Dios. También las circunstancias mandaban y adoraron y ¡cómo no! ofrecieron dones al Niño-Creador.



Los dos son caminos, la fe y la razón. Uno es sencillo, basta con que hable Dios. El otro es costoso, búsqueda constante y sincera con peligros de equivocación. La Verdad está en su sitio. Sencillez es condición. Los pastores la aprehenden y los sabios la descubren. Entrambos la sirven y entrambos son de Dios.

Consulta también, Fiesta de la Epifanía