Al finalizar la catequesis sobre Santa Teresa de Ávila, el Papa Benedicto XVI señaló que la vida consagrada es un don precioso para la Iglesia y pidió rezar por quienes han entregado su vida por completo a Dios.
En su saludo en polaco en el Aula Pablo VI este miércoles, el Santo Padre señaló que "hoy la Iglesia celebra la Jornada de la Vida Consagrada. Encomiendo a vuestras oraciones a los que haciendo votos de pobreza, castidad y obediencia tienden a la santidad, poniéndose al servicio de los niños, de los jóvenes, de las personas enfermas, ancianas y solas".
"Les damos las gracias por sus oraciones y por las tareas que desempeñan en las parroquias, los hospitales, las casas de reposo y las escuelas".
El Papa resaltó que el servicio de los consagrados y consagradas "es un don particularmente precioso para la Iglesia. Bendigo de todo corazón a todos los que viven siguiendo los consejos evangélicos".
Hablando luego en italiano, Benedicto XVI saludó "con afecto a los religiosos, religiosas y todas las personas consagradas en esta jornada que está dedicada de modo especial a la vida consagrada, en la fiesta litúrgica de la Presentación de Jesús al Templo".
"Queridos hermanos y hermanas -concluyó- bendigo de corazón a cada uno de vosotros y vuestro camino en la Iglesia".
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