Expresando su personal satisfacción por cuanto indica el documento, Don Chávez pone enseguida en evidencia que la instrucción subraya, sobre todo en el número 29, que la autoridad y obediencia no son actitudes específicas de los religiosos y consagrados, sino de todo ser humano. Considerada como algo que va contra los valores humanos fundamentales de la libertad, de la autonomía y hasta de la propia conciencia, la obediencia, incluso en algunos ambientes católicos es considerada como irrelevante.
Mirando a los votos de la vida religiosa, Don Chávez considera que la Pobreza es el voto más valorado, la Castidad, aunque con frecuencia no comprendida, es admirada mas la Obediencia no es plenamente apreciada; enfatizando observa: “si la pobreza constituye la prioridad en la vida de los consagrados, la obediencia debería constituir la prioridad del testimonio”.
El voto de Obediencia es hoy contra-cultura. “Hay una acentuación desmesurada sobre la propia autonomía, la propia libertad, sobre la propia realización que parecería contracorriente respecto a un tema como el de la obediencia”, ha declarado el Presidente de la USG. “En la Sagrada Escritura, desde el Antiguo Testamento, la obediencia viene unida indisolublemente a la actitud fundamental del creyente, es decir, la fe. - ha proseguido Don Chávez – De la perspectiva de las Escrituras, en efecto, los auténticos creyentes son radicalmente obedientes”.
Abraham, David, Moisés y los profetas sobresalen por su obediencia.
Y es la obediencia filial de Jesús la que ayuda a superar el prejuicio de la cultura moderna en relación con la obediencia. “La obediencia representa, diría, la actitud filial por escelencia del Hijo de Dios”, ha subrayado Don Chávez destacando que en las lenguas bíblicas la palabra “obediencia” tiene como raíz, escuchar: ”No se da auténtica escucha que no venga acompañada de la obediencia.”
Concluyendo la entrevista el Presidente de la USG ha subrayado que, en el caso de las “obediencias difíciles” es preciso superar el autoritarismo del superior y el infantilismo del religioso y de la religiosa. El discernimiento tal vez, según el parecer de Don Chávez, es la parte que la instrucción pontificia no desarrolla suficientemente.
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