miércoles, 20 de abril de 2011

AQUELLA NOCHE SANTA



En esta tarde santa,
Te nos quedaste nuestro,
Con angustia tu vida,
Sin heridas tu cuerpo.

Te nos quedaste vivo,
Porque ibas a ser muerto;
Porque iban a romperte,
Te nos quedaste entero.

Gota a gota tu sangre,
Grano a grano tu cuerpo:
Un lagar y un molino
En dos trozos del leño.

Te nos quedaste todo:
Amor y sacramento,
Ternura prodigiosa,
Todo en ti, tierra y cielo.
Te quedaste conciso,
Te escondiste concreto,
Nada para el sentido,
Todo para el misterio.

Vino de sed herida,
Trigo de pan hambriento,
Toda tu hambre cercana,
Tú blancura de fuego.

En este frío del hombre
Y en su labio reseco,
En esta tarde santa,
Te nos quedaste nuestro
Te adoro, Cristo oculto,

Te adoro, trigo tierno. Amén.

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