“Daré mi vida por ti”
ENTRADA
Jesucristo celebra la pascua con sus discípulos y sabe que uno de ellos lo entregará y que otro lo negará por tres veces. El maestro sabe de la necesidad que el hombre tiene de Dios pero continuamente recuerda nuestra condición humana: frágil y pecadora. Nuestras ingratitudes hacen que la tierra sea estéril, y que la relación con nuestros hermanos sea hostil. Dispongamos nuestro corazón al encuentro con Jesús en la Eucaristía, de este modo nuestra vida será transformada y podremos resucitar con Cristo en la Pascua.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Confiando en Dios Padre, que en Jesús nos da la vida nueva, le hacemos presente nuestra oración confiada, diciendo: ¡Escúchanos, Señor!
• Para que la Iglesia anuncie con su entrega a las personas que la gloria de Dios es la vida de los hombres. Oremos.
• Para que los cristianos, que hemos recibido la Luz del Señor, estemos siempre dispuestos a salir de la oscuridad, a iluminar a quienes viven en sombras y en dificultad. Oremos.
• Para que los gobernantes de los pueblos escuchen la voz de Dios, que habla siempre por boca de los pobres, los pequeños, los necesitados y los que sufren. Oremos.
• Para que nuestra comunidad (parroquial) no se quede en el discurso fácil, por encima de las personas, sino que sepa "bajar de las nubes" y pisar firme el suelo de cada día. Oremos.
Oración: En Ti, Padre, todo lo podemos; por eso te dirigimos nuestra oración confiada, sabiendo que Tu siempre nos escuchas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén..
SALIDA
Meditemos hoy en otro aparte de la carta sobre la eucaristía: “Quédate con nosotros Señor”. Esta nos recuerda que la adoración eucarística fuera de la misa debe ser algo muy importante en la vida Cristiana. «Postrémonos largo rato ante Jesús presente en la Eucaristía, reparando con nuestra fe y nuestro amor los descuidos, los olvidos e incluso los ultrajes que nuestro Salvador padece en tantas partes del mundo»
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